El Senado de la República de Colombia debería otorgarle el título de "Concurso Nacional" a "El Jugador", y elevarlo a la categoría del Cóndor, La Orquídea, La Palma de Cera y muchos otros símbolos nacionales.
"El Jugador" es un concurso en el que no se premia al mas ilustrado o al mas inteligente y si se premia al que tenga mas "malicia o mejor, maldad indígena", un concurso en el cuál, aquel que tenga mas capacidad para engañar a sus oponentes es quien gana la bolsa de premios, un concurso en el cuál la decencia y la lealtad en la competición no se ven por ningún lado.
Es lamentable ver como este concurso y el medio que lo difunde, ayudan a fosilizar la decadencia y la pobreza mental en muchos colombianos. Esto hace que poco a poco los mentirosos y farsantes se alcen con las mejores viandas y las generaciones actuales y futuras con naturalidad les respeten y admiren.
Por lo tanto "El Jugador" lleva a que nuestros niños crezcan con valores erróneos, en donde la preparación y el estudio no sean importantes, pero si la capacidad de manipulación y engaño sean premiados.
Este tipo de concursos y los canales (privados) que los difunden, hacen que el país se “divierta” y poco a poco lo “educan”, para que vea con naturalidad el engaño y la manipulación, sin darse cuanta que este juego es el empleado para manejar estas naciones pobres y mal educadas.
Exijamos pues más Televisión de calidad (programas de concurso realmente educativos), y a su vez canales libres de intervención estatal, para evitar que nuestras generaciones venideras se familiaricen con la basura televisiva y la decadencia social.
"El Jugador" es un concurso en el que no se premia al mas ilustrado o al mas inteligente y si se premia al que tenga mas "malicia o mejor, maldad indígena", un concurso en el cuál, aquel que tenga mas capacidad para engañar a sus oponentes es quien gana la bolsa de premios, un concurso en el cuál la decencia y la lealtad en la competición no se ven por ningún lado.
Es lamentable ver como este concurso y el medio que lo difunde, ayudan a fosilizar la decadencia y la pobreza mental en muchos colombianos. Esto hace que poco a poco los mentirosos y farsantes se alcen con las mejores viandas y las generaciones actuales y futuras con naturalidad les respeten y admiren.
Por lo tanto "El Jugador" lleva a que nuestros niños crezcan con valores erróneos, en donde la preparación y el estudio no sean importantes, pero si la capacidad de manipulación y engaño sean premiados.
Este tipo de concursos y los canales (privados) que los difunden, hacen que el país se “divierta” y poco a poco lo “educan”, para que vea con naturalidad el engaño y la manipulación, sin darse cuanta que este juego es el empleado para manejar estas naciones pobres y mal educadas.
Exijamos pues más Televisión de calidad (programas de concurso realmente educativos), y a su vez canales libres de intervención estatal, para evitar que nuestras generaciones venideras se familiaricen con la basura televisiva y la decadencia social.
